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Inventario de Amaneceres

El poder de una canción

Es curioso ver cómo una canción más bien sencilla te puede traer tantos buenos recuerdos a la cabeza... es entonces cuando se dibuja una sonrisa en mi cara... aquella noche que volvimos a acabar a las mil... con, como bien dice la canción, su olor enredado en mi abrigo... llegar a casa flotando, quedarme despierta hasta que me pican los ojos... sentir la brisa en la cara, cerrar los ojos y sentir el calorcillo del sol... Aunque no tiene nada que ver, esta es una de las canciones que yo llamo "de carretera", de cuando coges el petate y te piras a algún sitio sin saber muy bien dónde vas a dormir, a quién te vas a encontrar, (o a reencontrar)... De subirte en el coche y mirar las líneas de la carretera pasar y pasar y pasar... y aún nos quedan 300 kilómetros... Genial.

VIVIENDO DE NOCHE - PABLO PEREA
Dan las doce en el reloj
Y como un espectro cruzo el callejón
Bulevares tatuados se van vistiendo
De vidrio mojado

Diosas teñidas, niños rapados
Buscando amor en templos del pecado
Filas nerviosas en los lavabo
Y esquinas grises para abandonados

Y el deseo ardiendo en los bolsillos...
para sentirnos vivos...

Y es que siempre estamos viviendo de noche
Esclavos del deseo, sin rostro ni nombre
Siempre acompañando a la madrugada
Que a veces nos enseña su mala cara

Otra vez nos descubre el sol
Dándole a luna nuestro corazón
Rostros pálidos desfilando
Entre las grietas de un millos de atascos

Y tu olor enredado en mi abrigo...
¡quiero dormir contigo!

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